Dia 10 - Valle Sagrado

Desde Cusco nos han traído al Valle Sagrado, llamado así por el Río Sagrado que transcurre por este valle. Los incas llamaron al río de esta manera, pues creían que era la continuación de la Vía Láctea. De hecho el nombre del río y el de la Vía Láctea en Quechua son iguales.
Lo primero que hemos visitado ha sido Pisac, un pueblecito con un mercado espectacular, tanto de productos alimenticios para los lugareños, como de productos más orientados al turistas. Aquí hemos hecho parte de nuestras compras. En esta visita hemos tenido oportunidad de ver un horno de leña de cierta antigüedad y henos podido degusta unas empanadillas hechas en este horno. También hemos podido ver como se elaboran las joyas de plata.
Después hemos seguido camino por el Valle Sagrado parando en el pueblo de Urubamba para comer. Para finalizar la ruta de hoy hemos llegado a Ollantaytambo.
En Ollantaytambo se encuentran una de las ruinas incas más importantes con templos, terrazas y viviendas, también se puede ver los caminos y las canilizaciones de agua para las terrazas de cultivo.
Ha resultado muy interesante ver que en lo alto de la zona de terrazas, a unos 200m sobre el valle, había piedras de más de 40 toneladas de peso, piedras con una forma perfecta para poder encajar unas con otras. Estas piedras se traían de canteras que estaban situadas a mas de 3 kms de distancia. También nos han explicado que el diseño de las piedras y su disposición es antisismica, por el propio encaje de unas piedras con otras, por las juntas entre piedras, la forma de las puertas que es trapezoidal, etc.
Tambien ha sido muy interesante saber que los incas estaban muy avanzados en agricultura. Por ejemplo, uno de los motivos por los que hacían estas terrazas con tanta altura era para producir semillas de maiz o patatas que aguantaran mucha altura y así poderlas llevar al altiplano. Algunos de los híbridos que consiguieron los incas han llegado a nuestros días, de hecho el maiz de mayor calidad se produce a mas de 3.000 m de altura y su origen es inca.
En la visita el guía nos ha preguntado si sabíamos que podrían ser unas ruinas que estaban a media altura en una montaña frente a la que estábamos visitando, la verdad que no nos lo podíamos imaginar. Nos ha comentado que eran unos graneros cuyo propósito era conservar semillas durante años para poder utilizarlas en épocas de catástrofes.
Por la tarde hemos hecho una visita al pueblo, donde hemos visto que las bases y las puertas de las casas procedían de los restos incas, y caminando hemos encontrado el acceso a los graneros que he comentado antes. La verdad que viendo la altura y lo escarpado del ascenso nos ha echado para atrás, pero que es eso para unos tíos intrépidos como nosotros. Así pues hemos subido. Las ruinas no tenían un interés especial, pero si las vistas, desde ahí se podía ver el pueblo y las ruinas que habíamos visitado a primera hora de la tarde.