Día 13 - Lima

Bueno, ya hemos vuelto a Lima, mañana sale nuestro avión.
El vuelo Cusco-Lima ha sido muy tranquilo, ningún contratiempo, estos peruanos parecen ingleses en su puntualidad.
En el hotel nos han vuelto a dar otros dos pisco sour de cortesía y hemos bajado a tomarlos, que buenos están, como apenas hemos comido se me están subiendo a la cabeza. Son más de las 6 y estoy diciendo más de una tontería de camino al restaurante. Rafa ha propuesto ir a un restaurante que está en la costa en un muelle, una preciosidad visto desde el malecón; seguramente sea caro, vamos una pijotería, pero bueno, es nuestra despedida de Lima.
- "Arequipa, Arequipa, Arequipa". Dicen los asistentes de los miniautobuses, que es el destino que toman, es decir, pregonan el destino para que la gente que espera decida si debe tomarlo.
- "Arequipa, Arequipa, Arequipaaa", repito yo camino del restaurante.
Llegamos al centro comercial que está en el acantilado, pero que no es nuestro destino, miramos por el acantilado y vemos que el restaurante está aún a varios Kms, así que no queda otra que tomar un taxi.
En la parada de taxis, un taxista nos propone llevarnos por 15 soles, yo como no estoy muy convencido de ir a ese restaurante le digo que 7, y el taxista dice que 8, joder, que buen negociante soy. Creo que ya he aprobado el curso de negociación.
Llegamos al muelle y bueno, un restaurante de madera muy bonito, se notaba la pijotería, y nosotros con zapatillas deportivas y forro polar, pero bueno.
Pedimos una mesa, yo ya estaba pensando: "A ver si hay suerte y no tienen mesa", pues la chica de recepción, nos pregunta si teníamos reserva, unos segundos de indecisión y... Vaya había una mesa para nosotros, jajajaja.
El maitre nos pregunta si queremos tomar algo, yo para continuar con la tontería le digo que un pisco sour y le miro a Rafa, como a mi me ve con muchas ganas dice, pues para usted, refiriendose a mi, un pisco sour grande y para usted, refiriendose a Rafa, uno pequeño... Esta situación a Rafa no le debio gustar mucho, así que le contesta al maitre: "No, no, yo también uno grande". Por supuesto, no iba a ser menos que yo, jajaja.
Bueno, al final he de decir que la cena fue muy buena, todo basado en pescados, sabores nuevos y buenos. Solo un fallo en esta cena, nos postres son un poco pesados, basados principalmente en dulce de leche.