Dia 5 - Arequipa

Ayer por la tarde, después del viaje a la zona de Paracas, fuimos a dar un paseo por el distrito de Barranco, pues nos habían hablado muy bien. Un barrio supuestamente bohemio, con artesanos y artistas, nosotros respiramos poco de ese ambiente, pues no vimos mucho que nos indicara que fuera así.
Ahora a la espera de la salida del avión para Arequipa, una ciudad histórica que nos va a situar a más de 2.000 metros. Esperemos que nos habituemos bien a la altura, pues en los próximos días tenemos que llegar a mas de 5.000 metros.
El viaje a Arequipa ha ido bien, pero ha sido bajar del avión y ya me siento un poco pesado, estoy notando el mal de altura.
Nos han traído al hotel, en la mismísima Plaza de Armas, con vistas a la misma.
Hemos quedado a las 14:00 para hacer la vista por la ciudad con una guía. Para hacer tiempo hemos comido en el propio hotel un chupe de camarón (Sopa consistente de camarón) y un queso helado de postre, que por cierto, no lleva queso.
La vista por la ciudad ha sido muy interesante, primero hemos ido al mirador de Yanahuara, donde hemos visto los volcanes que rodean la ciudad, cuya altura supera los 6.000 metros. Después hemos visto la Iglesia y los Caustros de la Compañía de Jesús y para finalizar el Convento Museo de Santa Catalina, una autentica ciudad para las monjas. Nos contaron que las monjas eran la segunda hija de las familias ricas y que daban una dote cuanto estas pasaban de novicias a monjas. Dependiendo de su nivel, la monja podría tener su propia celda o compartida. Las celdas eran auténticos apartamentos de su tiempo, tenían habitación para dormir, habitación para orar y cocina, y en algunos casos tenían una habitación para una sirvienta.
Antes de ver la Catedral hemos pasado por el restaurante ChiCha que está al lado del convento y hemos reservado para esta noche. Este restaurante es uno de los mejores restaurantes de la ciudad y pertenece al "tal" Gastón, el de Astrid y Gastón.
Hemos parado un momento a tomar un refrigerio, pues henos tenido un día caluroso, mientras me estaba tomando la Cusqueña y Rafa su mate de coca, ha llegado una paisana vendiéndonos muñecas hechas a mano con lana de llama, yo tenía intención de comprar una para mi sobrinita, pues buen momento. Con la compra que he hecho he demostrado que soy un buen negociante (jajaja), la situación ha sido la siguiente:
Jose: ¿Cuanto cuesta?
Paisana: 10 soles
Pensamiento de Jose: Pobre mujer no voy a regatear mucho, voy a pedir 8 soles
Jose: 9 soles, bueno, perdona, 8 soles
Paisana: se lo doy en 9 soles
Jose: De acuerdo
Paisana: vaya, no tengo cambio (pregunta a la del bar)
Jose: Dejelo en 10
Paisana: Muchas gracias, que Dios le bendiga.
Para que tanto curso de negociación, si luego soy un cacho de pan.
Por cierto, 1 euro son 3,40 soles.

Cena en ChiCha
Casi merece un capítulo especial esta cena desde mi punto de vista a superado a Astrid y Gastón, aunque vuelvo a recordar que este restaurante es del último (Gastón Acurio). Hemos cenado un cebiche de erizo y vieira que estaba de muerte y luego yo un aji de gallina y Rafa una corvina. Lo hemos regado con un cóctel de una de esas frutas exóticas que tienen por aqui. Para terminar un postre de lo más moderno, un pimiento dulce y picante relleno de queso sobre un bizcocho francés.

Ahora es por la mañana del domingo, ya me encuentro mejor por lo de la altura, la digestión de la cena ha sido buena y no noto pesadez general. Hoy iremos camino a los valles del Colca, veremos las llamas, alpacas y vicuñas.