Dia 6 - Valle del Colca (Chivay)

Como va siendo habitual en Perú, estamos un un pueblo recóndito y tenemos wifi.
Acabamos de llegar a un hotelito de cabañitas y vamos a hacer un poco de tiempo para ir a los baños termales de Chivay.
El camino desde Arequipa a Chivay ha sido de lo más espectacular, hemos pasado de los 2.000 a 4.850 metros de altitud, la verdad que la altura se notaba y menos mal a los remedios que tienen por aquí. Mate de Coca a medio camino, coca en hoja para masticar, yo me he tenido que meter tres dosis para poder aguantar, me faltaba el aire. Ehhhh, que no hay que asustarse, esto no es una droga ni mucho menos. Al masticar la coca, la boca se me quedaba muerta, igual que cuando vas al dentista, después, a los pocos minutos ya te vas sintiendo mejor, pues la hoja de coca ayuda a la circulación sanguínea y contrarresta los efectos de la altura.
En el camino hemos parado en varias ocasiones para ver los camélidos que estaban a uno y otro lado de la carretera.
Hemos visto primero vicuñas de la variedad vicuña vicuña vicuña o vicuña al cubo, eso nos ha dicho el guía. Luego hemos visto alpacas y para finalizar llamas, cada una tiene unas características especiales que no voy a explicar y que podeis encontrar en google. Lo que si es cierto que cada una da un tipo de lana de distinta calidad.
Para ser un pueblo pequeñito en el que no hay de nada, estamos teniendo un montón de actividades. Acabamos de llegar de unas termas, en las cuales nos hemos dado un buen baño y que nos ayudarán a habituarnos a la altura. He de decir que yo ando aun un poco afectado por la altura, medio dormido, sin fuerzas, me tengo que mover muy despacio.
(Dos horas de cena...)
Ya estoy perfectamente he hecho un poco de yoga antes de ir a la cena y eso me ha ayudado con la circulación de la sangre, aparte del espectáculo que hemos visto que me ha animado.
La cena ha estado muy bien, acompañada de música y bailes folclóricos, además hemos tenido buena conversación con otras parejas que viajan con nosotros. Causalidades de la vida, una de las chicas con las que hemos compartido cena, trabaja en mi antigua empresa Telefónica I+D. Para rematar la cena, me han sacado a bailar uno de esos bailes, consistía en bailar con la chica y luego tirarse al suelo para que ella te azotara, finalizando ponía sus faldas sobre tu cara, yo tenía un poco de miedo, pues un amigo me había contado que las peruanas de la montaña se bañaban de año en año, pero esta mujer por suerte era aseada.